TEMA 2
INFLUENCIA DE LA
EVOLUCIÓN Y LA CULTURA EN LA MENTE Y LA CONDUCTA SOCIAL
La influencia de la evolución
Partimos de la teoría de la evolución de
Darwin con su significado de continuidad evolutiva al proponer que todas las
especies provenimos de un tronco general y que mediante la selección natural
hemos ido evolucionando y no mediante una evolución lineal. Darwin tenía muy
claro que es el medio y su adaptación de los seres a él lo que marca las pautas
evolutivas siendo la evolución el resultado que la evolución es consecuencia de
los cambios del medio, en caso del ser humano esos cambios los impusimos
nosotros mismos y cada vez lo hacemos a un ritmo más frenético. Para Darwin no
es el humano el pináculo de la evolución si no que todas han ido evolucionando.
La evolución del cerebro humano:
El neocórtex del cerebro humano encargado
de las funciones cognitivas complejas está más desarrollado que el de otras
especies, se han propuesto dos hipótesis para explicar este suceso:
œ
La necesidad de
hacerle frente a las exigencias del medio físico. Esta hipótesis
está basada en la inteligencia ecológica que defiende la necesidad de resolver
problemas técnicos, te anticiparse a las reacciones de sus presas y de
anticiparse a las reacciones de sus depredadores o enemigos y la necesidad de
explorar grandes territorios. Esto provocó un aumento del cerebro para poder
recordad mapas complejos, desarrollar técnicas de obtención de comida y fabricación
de utensilios. La inteligencia había evolucionado para explotar los recursos
del medio.
œ
La necesidad de
manejar relaciones sociales complejas y coordinarse con otros. Esta hipótesis es
basada en la inteligencia social ya que los individuos debían mantenerse unidos
para conseguir el aprendizaje necesario para preservar su subsistencia, ya que
aprendían mediante observación e imitación, esta teoría fue elaborada por
Nicholas Humphrey donde cataloga esta actividad de balance de
ganancias/pérdidas como una habilidad intelectual de nivel superior.
Para dilucidar si fueron las demandas
ecológicas o sociales las que provocaron el aumento del tamaño del neocórtex,
el antropólogo Dunbar comparó el tamaño cerebral de varias especies. Su
hallazgo fue que ninguna de las variables ecológicas estaba claramente
correlacionada con el aumento del tamaño cerebral, en cambio si establecía una
relación entre el tamaño del grupo y las relaciones sociales que se establecían
en este. A consecuencia de este hallazgo formuló la hipótesis del cerebro
social que propone una correlación entre el volumen del neocórtex y la
capacidad de procesamiento de la información que a su vez limita el número de
relaciones sociales que un individuo puede manejar simultáneamente. Parece que
esas limitaciones tienen más que ver con la complejidad de las relaciones que
con la cuestión numérica de las relaciones que se mantienen. La complejidad se basa en la formación de alianzas y coaliciones, la coordinación
para llevar a cabo actividades conjuntas, como la caza o la protección del
grupo, o la división del trabajo.
Otro descubrimiento de Dunbar fue que el
tamaño relativo del neocórtex correlacionaba con una madurez más tardía, es
decir, las especies con periodos de inmadurez largos ya que necesitan más
tiempo para aprender y dominar las complejidades de las relaciones
interpersonales y grupales, y saber afrontar las demandas del medio físico a
través de la experiencia de los otros. En resumen, cuanto más hay que aprender,
más largo es el periodo de madurez y mayor es el tamaño del neocórtex.
¿Quién es más “apto”? ¿El que mejor compite o el que
mejor se coordina con otros?
La correlación entre el tamaño del
neocórtex y la complejidad de las relaciones sociales respaldan la hipótesis de
la inteligencia social. Existen dos versiones de esta hipótesis:
●
La inteligencia
maquiavélica:
que pone en énfasis la necesidad de manipular a otros para conseguir beneficios
propios.
●
La inteligencia
social:
donde la manipulación y la cooperación son necesarias para mantener unido al
grupo y coordinarse para el logro de metas comunes.
Comenzamos hablando de la selección
natural, esta se basa en dos criterios: la supervivencia de los individuos
hasta que puedan reproducirse y la reproducción en si misma. Algunos científicos
basan la selección natural en la necesidad del ser de preservar sus genes,
haciendo que este compita con otros para preservar sus genes. De ahí que en el
contexto grupal cada miembro intente superar a los demás y manipularlos para
lograr sus objetivos y competir con ellos por los recursos, tal como plantea el
enfoque de la inteligencia maquiavélica, porque el que triunfe será el que
sobreviva y transmita sus genes. En esta perspectiva existen dos conductas
prosociales como la ayuda a los demás como la ayuda a los parientes (selección
por parentesco) y el altruismo recíproco.
Frente a esta postura cada vez son más los que
defienden que la selección natural actúa en varios niveles a la vez, de forma
que no solo se verían beneficiados los rasgos y conductas que favorecen la
reproducción de los individuos. Para que esta reproducción sea posible es
necesario que el individuo sobreviva el tiempo suficiente y para esto, en caso
de los humanos, necesita cooperación, coordinación con otros. Por tanto la selección
natural se vuelve multinivel de manera que solo los grupos mejor coordinados
serán los que sobrevivan y se reproduzcan. La búsqueda del propio beneficio
como la colaboración en el éxito del grupo, siempre que favorezcan la
adaptación de los individuos y de los grupos al medio en el que viven.
La naturaleza dual de las tendencias sociales humanas
Hay innumerables ejemplos de cómo ambas
tendencias, competición y cooperación, egoísmo y altruismo, heredadas a lo
largo de la evolución, se combinan en nosotros y se manifiestan según lo
requiere cada situación. Ej: somos altruistas pero en algunas situaciones
actuamos de forma agresiva. Esta dualidad se manifiesta ya que ha sido vital
para la evolución natural de nuestra
especie y nos ha permitido adaptarnos a diferentes situaciones.
La influencia de la
evolución en los procesos psicosociales
Para adaptarse a la vida en grupo los seres
humanos necesitan desarrollar una motivación que le s impulsa a formar parte de
un grupo y permanecer en él. Fiske propone 5 motivos:
v Pertenencia: las personas necesitan estar implicadas
en alguna relación y pertenecer a algún grupo para poder sobrevivir.
v Comprensión: las personas necesitan saber conocerse a
si mismas entender a los demás y la realidad que los rodea y poder predecirla
para funcionar en la vida cotidiana.
v Control: impulsa a las personas a sentirse
competentes y eficaces. Se refiere a la relación entre nuestra conducta y los
resultados
v Potenciación personal: la necesidad que tenemos de
sentirnos especiales como individuos y como miembros de un grupo. Abarca la
autoestima, el esfuerzo hacia la mejora personal y la simpatía hacia uno mismo.
v Confianza: sentirse a gusto con el mundo y tener
predisposición a esperar cosas buenas de la mayoría de la gente.
La adaptación al medio social implicaba
desarrollar una serie de capacidades u mecanismos cognitivos que permitieran a
loa seres humanos coordinarse entre ellos para sobrevivir. Por ejemplo, la
capacidad de comunicar.
Animal social o animal cultural?
La evolución de procesos cognitivos,
motivaciones y tendencias de conducta han ido favoreciendo en nuestra especie
una vida social cada vez más compleja. Una de las consecuencias es el
desarrollo de la capacidad para crear y participar en un sistema cultural.
Baumeister se refiere al ser humano como animal cultural ya que hay muchas
especies sociales pero solo nosotros hemos conseguido tal nivel de complejidad
cultural, hasta el punto de depender de
ella para vivir. La potenciación de las capacidades cognitivas es debida a la rentabilidad biológica que le aportan al
ser humano en ámbitos de supervivencia y reproducción. La cultura ofrece
ventajas como el progreso acumulativo donde el conocimiento se almacena en la
mente colectiva, la división del trabajo, con su consiguiente mejora del
rendimiento y de la calidad y la
Posibilidad de cooperar y beneficiarse de
la interacción con personas como en el comercio.
La influencia de la
cultura
La cultura como estrategia de adaptación al
medio:
Harry Triandis, en su revisión de las
relaciones entre psicología y cultura señala tres aspectos generales:
Ø
La
cultura surge de la interacción adaptativa entre los seres humanos y los
ambientes físicos y sociales en los que viven.
Ø
La
cultura consiste en elementos compartidos
Ø
La
cultura es transmitida de unos a otros (de padres a hijos, entre amigos…)
Cultura: patrón de prácticas y significados
compartidos que interactúan entres si influyendo en las respuestas de un grupo
humano a su ambiente durante generaciones. Las diferencias culturales proceden
de adaptaciones de esos mecanismos básicos a las demandas del contexto físico y
social que permiten a las personas funcionar de forma eficaz en ambientes
concretos. Las personas necesitan adaptarse a las condiciones específicas de su
medio ambiente. Cada ambiente introduce problemas diferentes que el ser humano
debe solucionar con el fin de poder sobrevivir y permanecer en él. Los grupos
crean soluciones a los problemas propuestos por los diferentes ambientes y
estas soluciones forman la base de la cultura. Existen tres indicadores del
contexto ecológico que se relacionan con la cultura: el clima. La
disponibilidad de recursos y la densidad
de población
Especificidad de la
cultura humana
Todos los animales necesitan adaptarse al
medio ambiente para sobrevivir. Todas las especies sociales podrían desarrollar
una cultura como estrategia para afrontar las demandas del ambiente. El ser
humano no es la única especie con capacidad para la cultura, pero sí con
habilidades cognitivas distintas que han posibilitado que evolucionen en otra
dirección (p.e.: lenguaje verbal, innovar con los descubrimientos, manejar la
complejidad de las relaciones sociales etc).
Los seres humanos, además, acumulan y
distribuyen sus conocimientos por todo el mundo de forma que diferentes grupos
se benefician de los descubrimientos de sus antepasados.
Las diferencias culturales pueden ser
observadas en dos aspectos:
·
Los
elementos objetivos o explícitos de la cultura, como la ropa, los utensilios…
·
Los
elementos subjetivos o implícitos de la cultura, como la forma de expresarnos e
interactuar; donde entrarían en juego los aspectos psicológicos y las
dimensiones de variabilidad cultural.
Dimensiones de
variabilidad cultural:
Uno de los enfoques de la variabilidad
cultural es el que trata de identificar y describir las culturas en una serie
de dimensiones que permiten medirlas y compararlas entre sí.
Estas dimensiones son agrupaciones de
varios elementos subjetivos (valores, creencias, roles, etc.). Se comparan en
función del valor que obtengan en el continuo entre sus dos polos en cada
dimensión.
Geert Hofstede fue pionero en la
identificación de dimensiones culturales, distingue 4 constructos:
1.
INDIVIDUALISMO
– COLECTIVISMO: reacción del individuo en grupo
-
El individualismo representa a culturas en
las que los vínculos entre los individuos son laxos y se espera que cada cual
cuide de sí mismo y de su familia.
-
El colectivismo representa a culturas en
las que las personas, desde que nacen, se integran en endogrupos fuertes y
cohesivos, que a lo largo de su vida les dan protección a cambio de una lealtad
incondicional.
Según
los datos de Hofstede las culturas industrializadas de occidente son
individualistas mientras que las asiáticas y latinoamericanas son
colectivistas. Una de las diferencias fundamentales entre ambos tipos de
culturas reside en la representación social del yo, en las culturas
individualistas la concepción del individuo es como algo autónomo e
independiente, mientras que en las colectivistas se mantiene una representación
de las personas centrada en las
relaciones con otros.
2.
DISTANCIA
JERÁRQUICA: relación con la autoridad
3.
MASCULINIDAD
Y FEMINIDAD: reacción entre géneros
4.
EVITACIÓN
DE LA INCERTIDUMBRE. el control sobre lo desconocido
5.
DIMENSIÓN
ORIENTACIÓN TEMPORAL.
Desde esta perspectiva la cultura define la
identidad de un grupo del mismo modo que la personalidad delimita la identidad
del individuo, la cultura es la “programación mental colectiva” que distingue a
los miembros de un grupo de los que no lo son.
La influencia de la
evolución y la cultura en la interpretación del contexto:
Vivimos en una sucesión de contextos diferentes y tendemos a atribuir significados a estos
contextos.
Esta atribución de significados, cuando es compartida por los miembros de
una misma cultura se denomina conducta normativa, que es el
comportamiento que se espera de las personas ante algún problema o situación,
es un claro ejemplo de la influencia implícita.
Para analizar como el contexto modela los
procesos psicológicos y la conducta de las personas a través de la
interpretación que hacemos de el nos serviremos del modelo propuesto por Matsumoto, este modelo postula que los
procesos mentales y las conductas sociales de las personas ocurren bajo un
contexto situacional con una historia evolutiva y cultural. Según Matsumoto las
contribuciones relativas de la naturaleza humana básica y de la cultura a la
explicación de la conducta se producen a
través de la influencia del contexto situacional en el que la persona se
encuentra y donde la conducta se está produciendo, este contexto está compuesto
por factores tanto sociales, como culturales y situacionales.
Las interacciones:
Somos animales sociales por lo que
necesitamos interactuar con personas diferentes, somos animales culturales y coordinados
y somos animales individuales con tendencias egoístas, por tanto debemos
mantener un equilibrio entre nuestra esfera pública y nuestra esfera
individual. Existen dos mecanismos principales para regular la interacción
entre personas y grupos:
·
La territorialidad: Patrón de conductas y actitudes
sostenido por una persona o grupo, basado en la idea de control percibido,
intencionado o real, de un espacio físico definible, un objeto o una idea, y
que puede conllevar su ocupación habitual, su defensa, su personalización y su
señalización (Gifford, 1987).Según el
significado que tengan para sus ocupantes, el grado de controlabilidad que
permitan y el tiempo que pueden ser ocupados pertenecerán a un tipo u otro (Javaloy y Vidal, 2007).
En el caso humano adquiere una
naturaleza simbólica como la forma de señalizar que un sitio está ocupado
colocando en el la chaqueta. Los
elementos simbólicos que caracterizan la territorialidad son un reflejo de cómo
naturaleza y cultura actúan conjuntamente en la determinación de un fenómeno.
·
Espacio personal: zona que rodea a la persona y cuya
invasión provoca malestar. No tiene límites visibles ni fijos, cambia en
función de la persona, la situación la
cultura. Hall definió 4 tipos de distancia
interpersonal: Intima, Personal, Social y Pública
Un aspecto de la interacción con otros al
que los psicólogos sociales han dado mucha importancia es la diferenciación
entre endogrupo (grupo al que pertenecemos) y exogrupo (grupo ajeno). Las
culturas difieren en cuanto al significado que adscriben a la relación del
individuo con los grupos:
·
En
las culturas individualistas: mayor número de endogrupos, menor apego hacia
ellos y mayor indiferencia entre endogrupos y exogrupos.
·
En
las culturas colectivistas: menor número de endogrupos, más fidelidad hacia
ellos y gran diferenciación entre el endogrupo y los exogrupos.
Dentro de un grupo debe existir una
jerarquía para que sea funcional, dependiendo de la distancia jerárquica del
grupo o cultura tendremos rasgos diferentes:
Ø
Grupos
o culturas con amplía distancia jerárquica: las diferenciaciones se producen
según el estatus y se usan rasgos individuales fijos (sexo..)
Ø
Grupos
o culturas con corta distancia jerárquica: las diferenciaciones son menores, se
crea un nivel igualitario y las diferencias se basan en la función que cada
miembro desempeñe (nivel educativo…)
La situación
Diferentes situaciones se asocian con
significados distintos, y estas diferencias influyen sobre la mente y la
conducta social. Ej: no es lo mismo estar en público que en privado.
El efecto controlador de las situaciones
públicas puede deberse a la representación cognitiva (creencia) de que los
otros tiene conocimiento de lo que hacemos y pueden hacer atribuciones causales
y juicios sobre nosotros. Cuando una situación nos resulta ambigua, podemos
experimentar incertidumbre a nivel colectivo lo que nos provoca ansiedad a
nivel afectivo haciendo que controlemos más nuestro comportamiento y aumente
nuestra conformidad a las normas culturales. Por tanto actuamos según como
percibamos la situación. Existe diferenciación cultural en la forma de
interpretar las situaciones ya que no le concede la misma importancia a la
imagen pública un individualista que un colectivista.
Relación entre
evolución y cultura: universalidad y diversidad
La capacidad para la cultura tiene su
origen en la evolución biológica. La cultura moldea esas capacidades para que
adopten expresiones correctas. No es lo mismo la capacidad para la cultura que
las diferencias culturales.
La cultura no seria posible sin una serie
de capacidades psicológicas como la imitación y la comunicación. Pero hacen
falta más mecanismos que elaboren y seleccionen los contenidos y que permitan
difundirlos entre los miembros de una sociedad y transmitirlos de generación en
generación. Estos mecanismos tienen que ver con la cognición social y la
interacción social. Según los psicólogos sociales que adoptan un enfoque
evolucionista, estas capacidades y mecanismos que hacen posible la cultura han
evolucionado debido a los beneficios que reportaban a los individuos de cara a
su supervivencia y reproducción a través
de la actividad grupal coordinada, por este motivo existen elementos
universales como las normas morales.
Respecto a la universalidad de la
afirmación existen dos errores frecuentes en psicología: el supuesto de
universalidad, generalizar sin contrastar la afirmación con otras culturas y el
supuesto de diversidad, dejar que la diversidad eclipse una universalidad.
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